El Toisón

Hoy el Rey ha condecorado a Sarkozy por favorecer "de manera firme y eficaz" la "mayor colaboración política, judicial y policial entre Francia y España para acabar con la violencia terrorista", se lo ha dado en nuestro nombre (esperemos que no lleve aparejado una “paguita” con nuestro dinero), es el Collar de la Orden del Toisón  de Oro (de oro por supuesto), se concede como “premio a la excelencia y al mérito personal de sus intachables caballeros ; la secular búsqueda de la unidad de Europa; y la gloria a Dios Nuestro Señor y a su bendita Madre”, dice su Majestad D. Juan Carlos que ha contribuido (Sarkozy) a luchar contra el terrorismo "de modo constante, efectivo y generoso  … teniendo siempre a las víctimas como norte y como fin", nuestro Rey se lo ha concedido a su hijo (…), a varios condes y duques, entre ellos D. Adolfo Suarez, a un montón de dignatarios de lo más alto, como por ejemplo reyes occidentales, príncipes, reyes moros o mejor para ser correctos políticamente árabes (por favor… alguno de estos está de acuerdo con que te corten una mano por robar o si eres mujer lapidarte si te da por echar una cana al aire en un momento de lujuria o desesperación, o si eres de la acera de enfrente, pues les incomoda que estés allí y te mandan al otro barrio, es decir paradigmas de la libertad que cumplen todas las condiciones). También se lo ha concedido a “cualquierillas” tales como D. José María Pemán  y a D. Víctor García de la Concha, no hay que preocuparse son los menos, ¡Ah! también fue agraciado el sobrino de D. Salvador de Madariaga, D. Javier Solana. Se entiende que D. Víctor, D. José María, D. Adolfo e incluso D. Javier o D. Nicolás son excelencias de las letras o de la política, pero su hijo, un chico que se lo han puesto todo tan fácil, no sé, y sobre los demás reyes, príncipes, condes o duques (de buen vivir) será porque son medio de familia. No he visto entre estos ningún insigne investigador que haya propiciado avances de categoría para la humanidad.  Me viene a la memoria un refrán que utilizaba mucho uno de mis abuelos para referirse a la categoría de algunas personas, “Desde que los señores dones cuestan tan poco, llamo yo a mi caballo señor Don Potro”. Pues eso, que se los da (J.C.R.) a cualquiera.